Dentro de los procesos operativos al interior de los centros de distribución se originan daños, averías, costos ocultos y deficiencias, debidas a fallas en el manejo, almacenamiento y despacho de mercancías.
Esto ocasiona pérdidas a las compañías no sólo a nivel económico, sino en lo relacionado con el deterioro del producto, la oportunidad de entrega, la pérdida de espacio, y el trabajo requerido para su manipulación. Estas consecuencias negativas se podrían prevenir o reducir si se aplicaran las mejores prácticas del sector.